¿Y qué dirá ella de mí ahora?
Él ya no está,
su voz no escucharé
como antes tantas veces rogaba por oír.
¿Y en qué brazos ahora estará?
Que en los de nadie esté.
Él ya no está,
pero la lluvia no para de caer.
Qué difícil es aceptar esta realidad,
nuestras almas no se volverán a
encontrar.
Y, aunque mi recuerdo viaje cada noche
a su cama
acurrucado junto a su almohada,
qué caprichoso es el destino
desviando nuestros caminos.
¿Y qué dirá ella de mí?
Que vuelva, que vuelva como una
metáfora
caída entre mis lágrimas
evaporada en un murmullo
que al rozar mi oído
dicte sentencia a mi corazón
para poder olvidarle.
Antonio Jiménez - 2014
